LÍDERES
Partido realmente complicado el vivido este fin de semana en el estadio del Lauaxeta, un equipo el cual a pesar de su irregularidad demostró que cuando tiene su mejor versión resulta ser un rival de lo más rudo de la liga pero a pesar del empeño del rival, los visitantes, con acierto y un fútbol práctico, resolvieron en la tercera y última parte
El partido comenzó trabado, sin fútbol ni ocasiones y con dos equipos que no acertaban a dar dos pases seguidos. A pesar de ello, ambos tuvieron sus ocasiones, aunque el conjunto local las tuvo a balón parado.
En la segunda parte se vivió un partido con alternativas de ambos conjuntos y con innumerables ocasiones en ambas áreas. En una de éstas el colegiado señaló un claro penalty a favor de los visitantes, que no dudó en transformarlo Lander. Posteriormente, los rojillos sufrieron un estado de relajación insólito en toda la temporada y se dejó dar la vuelta al marcador en 5 minutos desastrosos que hay que corregir para que no suceda más, sobre todo a dos semanas del duelo contra el Maristas. Luego apareció la garra y el empeño del capitán, del 8 rojillo, que puso las tablas antes de llegar al final de la segunda parte.
En la tercera y última parte los rojillos salieron a comerse a los de Amorebieta, sabedores de que estaba en juego la liga, y no dieron respiro a un conjunto local que no sabía ni por donde le daba el aire. Nada más empezar la tercera parte Aramendia cazó un rechace de su defensa, arrancó la maquina el fideo de Indautxu y asistió para que de nuevo Lander resolviese delante del guardameta, con una bicicleta que el portero visitante todavía debe estar buscando por el terreno de juego. Tras este golpe de efecto, lejos de venirse atrás y defender el resultado, siguieron atacando y de nuevo Lander, (vaya partidito del 10 rojillo) puso el 2-4 y dio la tranquilidad a su equipo. Eso de tranquilidad se lo tomaron a pecho porque 3 minutos después, una empanada de los visitantes en un saque de falta rápido pondría el 3-4 y sacaría de quicio a su portero. Pero este equipo tiene alma, garra y sobre todo no para de correr hasta que el arbitro pita el final. Fruto de ese desgaste, en un balón de pelea de Lander que se zafó de dos defensas con agarrones incluidos que el colegiado no vio como de costumbre finalizó desde el suelo redondeando su actuación con otro Poker en su cuenta particular. De ahí hasta el final no hubo tiempo para nada salvo para que la afición aplaudiera a Lander cuando éste fue retirado.
Victoria de los visitantes, que les consolida en el primer puesto en la tabla debido a su mejor gol average .antes de finalizar la crónica, hay que dar un homenaje a esos padres que no fallan día tras día y que, tras el percance de su entrenador, supieron dirigir en las dos primeras partes al equipo con maestría para no perder el partido. En definitiva, gracias a esos padres por suplir tan bien al entrenador.
¡¡¡Un saludo y Aupa Loyola!!!
