EL PARTIDO DEL BALÓN PARADO.
Las jugadas de estrategia fueron protagonistas en la gran victoria a domicilio del juvenil A el pasado sábado, que le sirve, como decíamos en la previa, para escalar un par de puestos en la tabla y acercarse a objetivos más ambiciosos que el de la permanencia. Aun así, hay que recordar que el equipo está a tres puntos del cuarto por la cola, que ahora mismo descendería debido a los arrastres de categorías superiores.
El Loyola salía con Ciordia bajo palos; como siempre, una línea de cuatro formada por Arana, Patxo, Carlos y Álvaro; el doble pivote lo formaron Barre y Javi; por delante de ellos, Urizar formaba tridente con Manu y Ruiz, estos últimos por bandas; de referencia empezó Ugartetxe.
Pese al resultado final, el partido empezó algo atascado para los rojillos, que sólo dispusieron de una ocasión clara de Ruiz, que tras una buena jugada y pase medido de Carlos, hizo un control perfecto pero falló en la definición. Minutos después, el Loyola iba a lamentar esta ocasión fallada, pues a la salida de un córner el Amorebieta se iba a adelantar en el marcador. El Loyola intentó apretar hasta el descanso sin acierto, incluyendo un gol de Javi, que remataba una falta lateral y que era anulado por fuera de juego.
En el descanso se dio entrada a Pablo, Fraile y Urrutxi, que sustituyeron a Manu, Urizar y Arana, quedando la alineación de la siguiente manera: Ciordia; Urrutxi, Pablo, Patxo, Álvaro; Barre, Carlos; Fraile, Javi, Ruiz; Ugar.
El segundo tiempo comenzó como era necesario: con el Loyola marcando en los primeros cinco minutos. Un córner sacado en corto por Javi y Fraile acabo en los pies de Ruiz, que prácticamente sólo tuvo que empujarla en el primer palo. El Loyola fue a por el partido con la entrada de Willy en el minuto 55 y pronto llegaría el 1-2, convertido por Barre en el rechace de un córner. Urrutxi se inventaría un gran pase para el 1-3 de Javi, que definió con tranquilidad por el palo corto un mano a mano con el portero. Javi conseguiría en los minutos finales su doblete con un golazo de falta para el definitivo 1-4. Natxo saldría los últimos diez minutos para dejarnos una jugada que recordó a aquella de Ronaldinho contra el Athletic, en la que hacía varios sombreros consecutivos (https://www.youtube.com/watch?v=RUkic0Q6N80).
Como aspecto positivo, destacar que el equipo ha mejorado en el aspecto físico. Si hay que poner una pega al partido, ésa es la defensa de las jugadas a balón parado. Curiosamente, tres de los goles a favor llegaron de este modo, pero si algo nos hizo sufrir fue la estrategia. Por eso, espero que los chavales interioricen bien la frase «el mío no remata» y la tengan en mente en cada jugada a partir de ahora, sobre todo si no quieren que a alguien le dé algo en el banquillo.
¡Venga chavales, a prolongar esta buena racha contra el Ibarreko este sábado!
